Selasa, 29 November 2016

"El niño pájaro" - Juan Manuel Peñate

Hace dos años por estas fechas leí una recopilación de relatos que, como os conté, me gustó mucho. Se titulaba “Al otro lado del cristal” (reseña) y era el primer libro de Juan Manuel Peñate. Tanto me gustaron que, cuando el autor me ofreció su nuevo libro –también de relatos- no dudé en aceptarlo.

Éstas son mis impresiones


Juan Manuel Peñate Rodríguez

Ya insomne en su juventud, este sevillano empieza a interesarse por el mundo de los libros desde adolescente, ocupando sus noches escribiendo historias y retales sueltos de imaginación, cuando su mente trabaja con mayor lucidez. No obstante, no es hasta años más tarde cuando decide dar un paso más y tomarse en serio la idea de escribir ese libro que poco a poco va forjándose en su cabeza. Apasionado de la lectura y el cine, la ilustración y la escritura, este, su primer trabajo, no es sino la punta del iceberg de esa imaginería que desea ser transcrita a papel, con la mayoría de sus cuentos inspirados en sueños que ha tenido a lo largo del tiempo. Según asegura, el mérito no es suyo sino del duende invisible que, cuando mejor le parece, crea situaciones a partir de imágenes mientras uno duerme profundo.


«Escribe exactamente el libro que a ti te encantaría leer», leyó una vez en alguna parte. A día de hoy sigue pareciéndole el mejor consejo literario que jamás ha recibido. El libro que sostienes entre tus manos es el fruto de querer plasmar dicho pensamiento.


Datos técnicos

Título: “El niño pájaro”

Autor: Juan Manuel Peñate Rodríguez

Editorial: Círculo Rojo

Fecha de publicación: marzo de 2016

322 páginas

ISBN: 978-84-9126-565-8

Presentación: Rústica con solapas

Precio: 15 euros en papel / 1,53 euros en digital



Argumento

En La última lectura los integrantes de una hermandad secreta se reúnen una vez más en el acostumbrado punto de encuentro, ignorantes de lo que la noche les depara; el Club Paradise es un sitio especial al que no se puede ingresar si no es por invitación directa de alguien de dentro, sin embargo, lo insólito no radica en su emplazamiento, de por sí inconfesable, sino en los miembros que lo conforman; en una época de oscuridad y misterios, en mitad de un sangriento barrizal cubierto por centenares de cadáveres, una enigmática mujer de la que apenas se sabe da a luz un extraño bebé que no llora, aquel destinado a sacudir los cimientos de una era, aquel por cuya leyenda será recordado como El niño pájaro; en ¡Feliz no cumpleaños! nos reencontraremos con personajes archiconocidos, aunque más allá de ese mundo onírico, tras las sombras, ¿hasta qué punto los conocemos?; en La gasolinera una imprevista parada en el camino supondrá para alguien un soplo de aire fresco, pero también un antes y un después en la manera de contemplar su viaje interminable. Del autor de Al otro lado del cristal, nos llega su esperada segunda antología, nuevos e inolvidables relatos donde los amantes del suspense, la ciencia-ficción, la fantasía o el terror volverán a estar de enhorabuena.




Impresiones

Como ya sabéis, no suelo leer relatos. Básicamente porque muchos de ellos me dejan a medias y no hay nada que más rabia me de que la historia quede inconclusa o apenas esbozada (y esto también es aplicable de las novelas con un final abierto). Pero los siete relatos de “Al otro lado del cristal” me dejaron un muy buen sabor de boca porque, precisamente, cada uno de ellos era una historia en sí misma. Y el autor ha vuelto a repetir la fórmula en los cinco relatos que componen “El niño pájaro”; relatos que, ya os lo adelanto, me han gustado mucho.
Como en la anterior ocasión, voy a hablaros de cada uno de los relatos de forma individual porque son relatos muy diferentes entre sí aunque, lógicamente, al haber sido escritos por la misma persona tienen cosas en común: en resumen, la buena prosa de Juan y un gran derroche de imaginación.

“El niño pájaro” es una colección de cinco relatos. El tercero de ellos –el más largo, con mucho- lleva por título el que dará nombre a la colección entera. A los relatos les antecede un prólogo de Manuel Osuna que no tiene desperdicio: “"En un lugar de Sevilla, de cuyo nombre no puedo acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un niño de carácter ochentero, mochila antigua, calcetín largo y espíritu lector. Respondía nuestro amigo al sobrenombre de Juan Manuel (de apellido Peñate), y en los ratos que se encontraba ocioso insistía en devorar apasionantes libros de aventuras…"

Son:

.- “La última lectura”. En La última lectura los integrantes de una hermandad secreta se reúnen una vez más en el acostumbrado punto de encuentro, ignorantes de lo que la noche les depara

Es un relato corto, de poco más de veinte páginas que podríamos encuadrar dentro del género fantástico y de terror gótico. El escenario uno de los más habituales en este género: un tétrico orfanato donde parece que cualquier cosa (mala) puede suceder. Un relato con un toque metaliterario por el relato de cuentos y por algunas referencias metaliterarias como a “El conde de Montecristo”., Un relato que se me ha hecho corto y sobre el que no me hubiera importado seguir leyendo

.- “Club Paradise”. El segundo relato en aparecer es también el segundo en extensión con casi cincuenta páginas. El Club Paradise es un sitio especial al que no se puede ingresar si no es por invitación directa de alguien de dentro, sin embargo, lo insólito no radica en su emplazamiento, de por sí inconfesable, sino en los miembros que lo conforman

Es un relato que habla de un curioso lugar, un club de lo más original teniendo en cuenta quiénes son sus miembros y la forma en la que se ingresa. Un relato que combina con acierto la fantasía y un toque de humor que me ha gustado mucho. Otro relato en el que hay un toque metaliterario que, en este caso, deriva de las referencias a un conocido escritor

Un relato en el que se habla de un tema muy serio –probablemente del tema más serio del que se puede hablar- pero desde una perspectiva alegre y desdramatizadora.

.- “El niño pájaro” es, en realidad, una novela corta de casi doscientas páginas. Perfectamente podría haberse publicado ella sola de forma independiente. Es la que da nombre a la colección de relatos y la que más me ha gustado.

Otro relato más, y ya van tres, con un toque metaliterario pues parte de unos niños que estudian en una escuela y se escapan del centro para buscar a un viejo que a cambio de una moneda les cuenta historias. Y la historia que les va a contar en esta ocasión nos/les trasladará al Japón del pasado para conocer a un niño que nació en una desafortunada circunstancia y que va a ser criado por un viejo retrasado. Un niño muy especial, tanto que va a ser perseguido, de la misma forma que lo son todos los que son como él. Una novela que podríamos encuadrar también dentro del género fantástico, con un toque de terror y que bien podría formar parte de una antigua leyenda japonesa.

Un relato en el que se pueden encontrar referencias de varios tipos; supongo que cada lector encontrará referencias distintas. Yo las que he encontrado se refieren a la serie de dibujos animados Doraemon, y se plasman en los nombres de dos de los personajes Suneo y Takeshi.

Es, sin duda, el relato que más me ha gustado de los cinco. Y, dentro de él, me ha gustado más el relato que incluye (el de Sem, el niño pájaro); de hecho cuando terminó y volvimos al primer relato (el de los niños que se escapan del colegio para escuchar cuentos), ya ni me acordaba de él jajaja, tan embebida estaba en la historia del niño pájaro.

.- “¡Feliz no cumpleaños!” Un relato de unas treinta páginas que supone un claro homenaje a Lewis Carroll y su famoso cuento “Alicia en el país de las maravillas”. Reconozco que al principio, hasta que me di cuenta de lo que estaba leyendo, me desconcertó muchísimo porque me parecía absurdo y no le veía ni pies ni cabeza. Luego me di cuenta de que muchos de los personajes que aparecían eran los de Alicia y ya lo entendí y me dejé llevar. Eso sí, es el relato que menos me ha gustado de los cinco y probablemente ello se deba a que el libro homenajeado tampoco me gusta, ni el libro en sí ni sus adaptaciones cinematográficas, teatrales o musicales. Eso sí, reconozco al autor el gran mérito que tiene su adaptación

.- “La gasolinera” Una imprevista parada en el camino supondrá para alguien un soplo de aire fresco, pero también un antes y un después en la manera de contemplar su viaje interminable

Un relato que entra de lleno en el género de la ciencia ficción. Un género que no me gusta nada y que, sin embargo, es uno de los que más me ha gustado.

Si algo demuestra Juan Manuel Peñate con estos relatos es que le sobra imaginación y que se mueve bien en todos los géneros. Aborda sin despeinarse géneros dispares y de todos sale bienparado. Lo bueno de esta recopilación es que los cinco relatos mantienen el nivel: obviamente, unos me han gustado más que otros pero todos ellos me han gustado incluso aunque traten de temas que no me llaman la atención o toquen géneros que nunca frecuento. Ha conseguido que disfrute hasta con la ciencia ficción a la que no me acerco ni de lejos.

En todos los relatos se plantea una historia que, de forma resumida, tiene todos los ingredientes de una novela larga: planteamiento, nudo y desenlace. Sí que en alguno de ellos me hubiera gustado más profundización, pero normalmente se ha debido a que me estaban gustando tanto que hubiera querido seguir leyendo sobre la historia. Pero, repito, ninguno me ha dejado a medias, sin final, sino que en todos ellos el autor me ha dado las explicaciones que hacían falta.

Aunque cada relato es muy diferente de los demás, sí que tienen algunas notas en común: todos son muy imaginativos y tienen un toque de fantasía. Muchos de ellos también alguna referencia literaria.

Juan Manuel Peñate utiliza un lenguaje cuidado, adaptado a las situaciones y a los personajes que aparecen en sus relatos: más coloquial en algunas ocasiones, más trabajado en otras. Narración salpicada de diálogo, son relatos de lectura ágil y dinámica, que me han sorprendido en todos los casos pues casi en todos ellos existe algún giro que no esperas y que te deja a cuadros.



Conclusión final

Sin duda, los cinco relatos que componen “El niño pájaro” me han gustado mucho, cada uno en su estilo. Unos relatos sorprendentes, que me han entretenido, me han hecho sonreir, preocuparme, me han dado un poco de miedo, me han causado desasosiego e inquietud en algunos casos y en general me han sorprendido

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