Éste es el cuarto libro que leo de Raquel Antúnez. Tras las divertidas “¡A otra con ese cuento!” y “Las tarántulas griegas no siempre devoran a los dioses griegos” y la curiosa mezcla de intriga y chick-lit de “Redes de pasión”, Raquel ha publicado hace poco “Besos sabor a café”, una novela que se encuadra dentro del género romántico pero que, como luego os comentaré, no se limita a ser una novela rosa sin más sino que tiene un contenido más que interesante.
Éstas son mis impresiones
Raquel Antúnez
Los padres de Raquel Antúnez emigraron a Venezuela, donde nació en 1981, aunque a los pocos meses su familia volvió de nuevo a Las Palmas, donde se crio y ha vivido desde entonces. Madre de dos hijos y trabajadora, dentro y fuera de casa.
Desde muy pequeña ha sido una adicta a la lectura, sobre todo en el instituto, donde además se aficionó a escribir, dando como resultado en su último curso: Contra los Límites.
Años después autoeditó: Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos
En mayo de 2012 publicó Redes de Pasión un thriller con tintes románticos que salió al mercado de la mano de Tombooktu, un sello de la editorial Nowtilus.
En 2014 publica ¡A otra con ese cuento! Con Alentia Editorial y en verano de 2016 queda entre los finalistas del I Concurso de Novela Romántica de Romantic Ediciones con su novela Te encontraré, que saldrá publicada durante el año 2017 con dicha editorial.
Medios de contacto con la autora: rqantunez@gmail.com https://www.facebook.com/raquelantunezc/ https://www.instagram.com/rqantunez/ https://twitter.com/RaquelAntunezC
Datos técnicos
Título: “Besos sabor a café”
Autora: Raquel Antúnez
Editorial: autopublicada en Amazon
Edición: disponible en papel y en digital
Fecha de publicación: diciembre de 2015
248 páginas
ASIN: B01MTRRWWD
Precio: 12,67 € en papel /2,99 en digital
Argumento
La vida de Adriana es un auténtico desastre, la relación con Álvaro pasa por una grave crisis desde hace años, pero le asaltan dudas y sobre todo ¿cómo dejarlo y regresar con su familia a Canarias con los problemas económicos a los que se enfrenta?
En medio de todo este caos, aparece alguien especial que vuelve el mundo de Adriana del revés. ¿Quién es realmente ese hombre que le hace perder la cabeza hasta llegar al ridículo? ¿Dónde vive? ¿En qué trabaja? Probablemente le separan al menos veinte años y un montón de cosas más, pero ¿podrá dejar pasar el amor una vez que vuelve a cruzarse en su vida? Huir no es la solución, es momento de tomar decisiones.
Impresiones
Adriana es una joven canaria que hace unos años se fue a vivir a la península siguiendo a su amor, Álvaro. Pero la relación con Álvaro ha empeorado muchísimo: ya no es ese chico amable y cariñoso que la enamoró, su carácter cada vez se torna más rudo y el hecho de que Adriana lleve tiempo sin trabajar no ayuda precisamente, ni a su autoestima ni a la relación de pareja. Adriana depende económicamente de él y ni siquiera tiene dinero para comprar un billete de avión y volver a casa de su madre.
“Besos sabor a café” es una novela de corte romántico, cercana en algunos momentos al chick-lit, emotiva en muchos otros. No os esperéis una novela rosa a secas ni con mucho azúcar porque no es lo que vais a encontrar ya que, además de una historia de amor, tiene bastante más contenido y toca varios temas muy de actualidad.
Nos habla de una mujer que tiene una vida y unos problemas muy similares a los de otras muchas mujeres. Digamos que, en ese sentido, no es original ya que las cosas que cuenta es probable que las hayáis vivido vosotras o alguien de vuestro entorno. Es una historia real; como se suele decir, real como la vida misma. No hace más que dibujar unas situaciones que muchas mujeres viven en la realidad; la gracia que tiene es la forma en la que Raquel Antúnez nos cuenta esas situaciones. Si ya habéis leído alguna otra novela de la autora, aquí os vais a encontrar el que fácilmente se puede detectar como su estilo. Raquel escribe de forma bonita y sentida, sin perder nunca la sonrisa a pesar de que en algunos momentos se pueda poner dramática. En líneas generales “Besos sabor a café” se puede definir como una novela fresca y divertida, de ésas que aportan un rato de diversión y que se leen en un suspiro y sin ninguna dificultad. Además, hay una historia de amor de ésas que hacen suspirar. Aderezada con un punto picante y alguna escena subidita de tono pero sin perder el estilo elegante que le caracteriza. Pero también toca temas más escabrosos. De uno, el principal, no os voy a hablar porque prefiero que lo descubráis por vosotros mismos si decidís leer la novela. Sí que os diré que es un tema de mucha (demasiada) actualidad, más frecuente de lo que se cree (en estas intensidades al menos) y que Raquel describe muy bien el proceso. Este tema es el que aporta dramatismo a la historia y el que hace que a veces sufras un poco. Aunque, como Raquel siempre es positiva, la sangre nunca llega al río y por eso lo puede leer también quien sólo busque diversión sin mayores complicaciones. También habla del trabajo o, mejor dicho, de la falta de él: de personas perfectamente preparadas que, por el motivo que sea, se quedan sin trabajo y parece que son incapaces de incorporarse de nuevo al mercado laboral. Y no hablo de conseguir un puesto cercano a su formación o experiencia sino ya, prácticamente, de conseguir casi cualquier trabajo. Y las consecuencias que esto tiene para ellas y para la gente de su entorno.
Los personajes están bastante bien caracterizados. Obviamente, la protagonista es Adriana y todo se contará desde su punto de vista. Es una mujer con la que resulta muy sencillo conectar y a la que acabaremos apreciando. Todo lo contrario de su novio Álvaro, que llega a hacerse odioso. Luego está el tercero en discordia, el hombre madurito que pasea a su perro Bender. Estos dos son de mis personajes favoritos, él es un cielo y el perro aún más. No es que tenga un papel importante pero cuando sale da lugar a escenas muy tiernas. También tenemos a alguna amiga de Adriana y a un chico jovencito que conocerá en Canarias y que nos mostrará otro tipo de relación, abierta y sin complicaciones, que a veces viene bien para desempolvar telarañas.
Conclusión final
En definitiva, “Besos sabor a café” es una novela que he disfrutado mucho. Menos ligera que sus novela anteriores pero sin dejar de lado ese punto positivo que impregna toda la obra de Raquel Antúnez, la novela nos habla de amor, de erotismo (poco) y de un tema muy dramático que la autora toca de forma cuidada y suave sin, por ello, dejar de llamar la atención sobre él. Una novela muy entretenida hecha para el disfrute lector
Podéis comprarlo, tanto en papel como en ebook, en el siguiente enlace:
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